La productividad de un negocio no se encuentra en la reducción de costes
¿Alguien duda todavía de que, después de unos años reduciendo costes en las empresas, haya que hacer algo más para incrementar la masa crítica de la facturación y obtener mejores resultados económicos?
Erase una vez una empresa titánica que se enfrentó al gran temporal de la crisis. A la gran tempestad, para ser más exactos. Llegaron los recortes en los presupuestos de marketing y comunicación, en los de promoción-muestras-eventos. Se aplicaron presiones a la baja en costes de proveedores, en sueldos, en comisiones, en plazos de cobro. Se eliminaron puestos de trabajo, se redujo la plantilla fija y la eventual casi desapareció.
La empresa titánica había ejecutado con éxito todos los mecanismos de reducción de gastos. Pero el tamaño era el mismo: sobredimensionado; y con él todos sus procesos y procedimientos de trabajo. Eso sí, con menos personal.
Los estudiantes de economía aprendemos rápido que los costes que componen una empresa son los estructurales y los que producen ventas, que a su vez son fijos + variables.
Si sólo reducimos los variables y dejamos sin tocar el tamaño de los estructurales, y por tanto fijos, dependiendo del tamaño de estos últimos, la empresa entra en tiempo de descuento…
Sencillamente porque en muchos casos necesitamos producir ciertos movimientos, ciertos trabajos, que son variables, para poder facturar bien; para poder mover el titanic con soltura y hacerlo correr.
Si queremos pasar de un “titanic” a un “velero”, con navegación por viento, y no por gasolina, lo lógico es cambiar de navío. Cambiar de estructura. Cambiar los procesos de trabajo, dejar a un lado burocracias infinitas, reuniones de infarto, reduciendo jefes y jefecillos poniéndose todos manos a la obra.
En definitiva, hay que cambiar el barco.
La navegación en velero requiere destreza, agilidad en la toma de decisiones, pulso en el manejo del timón, saber anticiparse, espíritu de equipo y una visión más allá de la eslora.
Volviendo a la masa crítica, a la facturación. Para recorrer millas y llegar el primero, como empresarios debemos reconsiderar hoy en día nuestra fórmula del éxito, que será única para cada organización: Las 4P’s + i+ 2C
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Como líder de tu negocio, ¿sabes con qué barco navegas y hacia dónde?
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