Ubuntu-Aprendizaje desde la charla sobre “La ética en la gestión empresarial, 10 aportaciones clave”, con Roberto Ballester de Felidarity, y organizada el 30 de abril 2020 por Esade
Viniendo del mundo empresarial del más puro estilo competitivo, sobretodo en los más de 14 años que pasé en la industria farmacéutica, de donde quise salir para nunca más volver, ayer asistí gratamente a una charla en formato virtual (tan usual en estos confinadías…) sobre las pautas clave para regenerar las organizaciones a través de la ética en la gestión.
De lo que me di cuenta nada más empezar con la primera propuesta y hasta el final, fue que efectivamente la ciudadanía, como consumidora de productos y servicios (de todo tipo, claro: privados y públicos), tenemos un PODER bestial. Paso a desarrollar este concepto a través del resumen de la ponencia tan potente que nos brindó Roberto Ballester, de “Felidarity”.
¿Necesitamos empresas éticas para generar un mundo sostenible?
La respuesta a esta pregunta es como si las empresas nos hicieran un favor… Enfoquemos de otra manera: esta pregunta debemos transformarla en
¿necesitan las propias empresas ser éticas para ser sostenibles (durables en el tiempo…)?
Las respuestas a esta pregunta sí están en el siglo XXI y nos darán los elementos éticos que las empresas necesitan.
1.- La concepción de la empresa como institución social
La empresa forma parte de la sociedad; por tanto, tiene que integrar las preocupaciones de la misma. Es decir, la empresa actuando como un ciudadano corporativo.
2.- La relevancia del propósito de impacto positivo
El que es relevante para la gestión empresarial desde su integración en la sociedad, aportándole valor. Este tipo de propósito genera más éxito desde los esfuerzos empresariales realizados.
3.- La empresa como agente de desarrollo sostenible
Para construir buenas sociedades, la empresa va a jugar un papel clave a través de la persecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Cada empresa debe trabajar los ODS vinculados a su actividad.
4.- Enfoque de relaciones basado en stakeholders (grupos de interés)
Estos grupos de interés son: consumidores, empleados, proveedores, la comunidad, accionistas; todos los que tienen expectativas legítimas en la empresa. Hablamos de un modelo de gestión PLURAL.
5.- Nuevas expectativas de los stakeholders
En unos mercados donde la oferta supera con creces a la demanda, el valor añadido más estimado es la orientación de la empresa a la CALIDAD SOCIAL.
Lo vemos en el incremento exponencial de las ventas de productos de Comercio Justo, por ejemplo.
6.- Desarrollo de medidas de Buen Gobierno
El “compliance”, el cumplimiento normativo, vela por garantizar que el ejercicio de las empresas, en todos sus niveles, no solo sea legítimo, sino éticamente correcto.
7.- Identificación, gestión y mitigación de riesgos éticos
La empresa tiene una influencia directa en los trabajadores, proveedores, clientes y sociedad. Los menores riesgos éticos posibles dan como resultado la posibilidad de un mayor retorno de la inversión de las empresas.
8.- Nuevos indicadores de la empresa excelente
Las 3 P’s: Planet – Profit – People (planeta, beneficio, gente).
Vemos hoy en día que la integración de la ética ya no va en contra del beneficio (resultado económico).
Una marca, para estar bien posicionada, debe tener en cuenta los tres tipos de beneficios que aporta:
Benef. funcionales, benef. personales, y también beneficios colectivos.
9.- Transparencia y rendición de cuentas
A tres niveles: económico, social y ambiental
10.- La relevancia de los intangibles
Cada vez más la valoración de las empresas está vinculada a los intangibles, y estos están vinculados a su vez a la cultura empresarial, la ética, los valores, el propósito, el respeto hacia la privacidad de empleados y consumidores, la calidad en el trato a empleados, etc.
Se trata de una valoración 80-20 entre intangibles y tangibles.
10 + 1.- Compromiso ético de la empresa
Es un elemento transversal claves a todos los anteriores (ética, respeto, honestidad, integridad), que genera confianza.
El modelo de gestión se centra en la integración del Impacto Social, Económico y Ambiental. Así, la finalidad de la empresa se centra también en el propósito de mejorar la sociedad.
La confianza es la clave para que el proyecto empresarial sea sostenible, perdurable en el Medio y el Largo Plazo. Y esa confianza se la procura la ciudadanía, es decir, todos nosotros, la sociedad. Las empresas necesitan, por tanto, integrar la ética para ser sostenibles:
- Por una razón de justicia: buenas empresas para construir buenas sociedades
- Por una razón de prudencia: llevarse bien con los grupos de interés-stakeholders
- Por una razón de rentabilidad: ser perdurables a M y LP
La confianza se obtiene en dos direcciones:
- Acercándose a la comunidad a partir de ahora
- Al haberse ya acercado a la comunidad desde hace tiempo, esta la devuelve a la empresa
Es decir, ¡tenemos la sartén por el mango, consumidores-usuarios! Tenemos el poder, con nuestras decisiones damos y quitamos confianza a las empresas. Saben ya que la responsabilidad social corporativa es un marco ético (no solo un programa verde de lavado de cara) donde se tiene en cuenta a todos los grupos de interés.
Desde este resumen hago un llamamiento a que, sin miedo, como consumidores de diferentes productos, servicios, de diversa tipología y titularidad, ya sea pública o privada, seamos conscientes de nuestro poder.
Empoderémonos y ejerzámoslo con responsabilidad para exigir comportamientos éticos necesarios en los entornos humanos con los que interactuamos, también en las empresas.