Preste atención a sus clientes si quiere que ellos le presten atención a su empresa
¿Tengo que comer asiduamente con mis clientes?
¿Una rosa y un libro para Sant Jordi?
¿Se trata de llamarlos frecuentemente por teléfono para saludarles y hablar distendidamente de temas más sociales que los típicos de empresa? ¿Así se acordarán más de mí?
Seguramente todo esto está muy bien, y lo recibirán con afabilidad, si el trato es bueno.
Cuando decimos prestar atención a sus clientes, ante todo no olvide que son eso, clientes. Sus clientes le compran a usted porque quieren obtener algo a cambio con la transacción económica, satisfacer una necesidad y tener éxito en su cometido.
Pero esto también lo puede hacer su competencia, claro. ¿Y si ésta les llama más por teléfono, les visita más veces, …
…o les rebaja más los precios?
¿Cree que eso será determinante para que su empresa se encuentre en desventaja?
Si quiere de verdad prestar atención a sus clientes, averigüe en qué basan su negociación cuando quieren-no quieren- comprarle, sus intereses reales, su concepto de éxito. Necesitan experimentar que usted les conoce, para confiarle sus necesidades.
“Confiarle”, pues hay confianza. Genere, por tanto esa confianza, demuéstreles que usted se preocupa y se ocupa.
Una vez averigüe las verdaderas necesidades, intente reforzar su oferta con actuaciones que sólo su empresa puede ofrecer.
Sea único, al menos en algo, délo a conocer y hágalo valer.
Cuando el cliente le recuerde bien, y sea él quien le llame,
¡ENTONCES HABRÁ GANADO UN BUEN CLIENTE!