El coste de oportunidad, ese gran desconocido
A lo largo de mis años de experiencia en el mundo de la empresa, ya sea pequeña, internacional, familiar, de cualquier tipo, desde mi “reducto marketiniano” he podido comprobar que hay ciertos costes no tangibles que suelen escaparse al análisis económico-financiero, y que afectan sobremanera a la sostenibilidad del negocio.
Preparando nuestra vuelta de vacaciones, para el mes de septiembre, donde empezamos con buen pie y buenas intenciones el ritmo de trabajo, quiero dedicar unas reflexiones a este gran desconocido: el coste de oportunidad.
Primero, voy a intentar definirlo:
El coste de oportunidad es aquel coste en el que se incurre cuando dejamos de poner en práctica alguna actividad, inversión o iniciativa, ya que si la pusiésemos en marcha el beneficio sería cuantificable. Es el valor de la mejor opción no realizada.
En pocas palabras y claritas: cuando el no hacer algo supone un coste.
A veces hay que utilizar el pensamiento lateral (otro día hablaré de él) y realizar observaciones de la realidad más allá de la lógica.
Es decir, en ocasiones el coste de oportunidad
se refiere a la pérdida real de beneficio que nos da el no realizar una actividad concreta.
Algo así como decir que si no lo hago pierdo dinero.
Resumiendo, dos posibilidades:
- Coste de oportunidad = beneficio futuro no conseguido al no realizar la actividad-inversión o iniciativa propuesta.
- Coste de oportunidad = pérdida real por no llevar a cabo la mejor opción.
Vaya, ¿y eso como se demuestra, o se mide? Pregunta típica de los financieros.
- El conocimiento del sector nos lleva a minimizar el riesgo de pérdida por incurrir en este tipo de costes de oportunidad.
- El análisis previo de todas las opciones y su puesta en marcha minimiza el riesgo y nos hace decidir la mejor opción: hacer o no hacer en cada momento.
- En épocas de recesión económica el dejar de hacer puede significar a medio y largo plazo un coste brutal para la empresa. ¿Hemos valorado cual puedes ser? El vivir el corto plazo, con miras cortas, puede producir miopía gerencial. Y ésta se basa en el desconocimiento del valor del coste de oportunidad.
NO LO DUDES, AÑADE EL COSTE DE OPORTUNIDAD AL ANALISIS DE COSTES DE TU EMPRESA
No es sencillo en, estos tiempos, vender tu actividad, para mi empresa es bastante intangible medir el costo de oportunidad, cuando lo que vendes son conocimientos e investigacion, para cuadrar las cuentas de multinacionales que viven directamente de pequeñas empresas que venden sus productos, e indirectamente, del salario de las personas que aun tienen empleo. ¿como buscamos mas oportunidades de negocio?
Hola Carlos. Nada sencillo, efectivamente, sobre todo en estos tiempos de inmediatez y crisis.
Una cosa son los costes de oportunidad,y otra la oportunidades de negocio que se buscan para incrementar, claro está, facturación y/o beneficios.
El coste de oportunidad también tiene mucho que ver con lo que hacemos cada día en las empresas, incluso en un mismo negocio/mercado/sector. Es plantearse cómo podemos facturar más y mejor cambiando o introduciendo alguna acción o método en nuestro quehacer diario. Es mirar a medio plazo actuando en el día de hoy.
Creo firmemente que si valoramos lo que representa no cambiar cosas, o no hacer cosas nuevas en los negocios actuales, nos animaremos a arriesgarnos a hacerlo (riesgo controlado, siempre); a buscar el ser diferentes frente a nuestros competidores, a ser más productivos, en definitiva a mejorar hoy y mañana.